- A los 13 años, Blade Runner: que la fantasía no tiene límite.
- A los 14, Zelig: que la mentira es una forma de genialidad.
- A los 15, Paris, Texas: que el dolor no tiene límite.
- A los 23, Reality Bites: que en versión sudaca, la vida era más o menos eso mismo.
- A los 24, Before Sunshine: que el amor es una forma de renuncia.
- A los 25, Blue: igual que en la 3, pero que además es inevitable.
- A los 30, High Fidelity: que sólo la pérdida es permanente.
- A los 33, Lost in translation: que la soledad puede tener compañía.
- A los 34, Closer: que ser adulto es algo más que salir a trabajar cada mañana.
- A los 35, Garden State: que pese a todo, nunca hay que dejarla ir.
martes, 2 de agosto de 2011
10 cosas que he aprendido gracias al cine
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